viernes, 18 de septiembre de 2015

Biodanza en la maternidad: La vida en movimiento

*Jazmín Mirelman 




Biodanza, según su definición, es un “sistema de integración afectiva, renovación orgánica y reaprendizaje de las funciones originarias de la vida a través de la danza, el canto y el encuentro con el grupo”.

La gestación, el embarazo, el parto y el puerperio, son un continuum de eventos cruciales en la vida física y emocional de una mujer, de un bebé y de una familia.

Es por esto, que en esta etapa vital se recomienda la participación en actividades que cuiden, que sean nutritivas, saludables y enriquecedoras.

Integración afectiva es establecer conexiones entre nuestros pensamientos, deseos y acciones; es recordar que tú, yo y nosotros formamos parte de una unidad mayor; es apreciar que un ser puede crecer dentro de otro; y que aun cuando ya ha salido al mundo necesita amor; que todo ocurre en el campo del otro desde el primer instante.
La integración afectiva puede ser una danza, por ejemplo, cuando encontramos armonía en nuestros movimientos, cuando caminamos al ritmo de la música y logramos avanzar…y disfrutar.

La renovación orgánica ocurre sin que nos demos cuenta, al descansar, al alimentarnos, al dar y recibir un abrazo, al sonreír. Todas y cada una de nuestras células se renuevan, renacen cíclicamente, cada día es una nueva oportunidad. Los cambios que experimenta una mujer en su embarazo son constantes y evidentes, al igual que el bebé con su desarrollo imparable dentro y fuera del útero. Nos maravilla poder percibir estos cambios en cuestión de días. Cambios, que a “cámara lenta” nos transforman sin interrupción a lo largo de toda la vida.

La renovación orgánica puede ser una danza, por ejemplo, cuando retornamos al grupo, nos tomamos de las manos y formamos un círculo, percibimos la protección y podemos sentir seguridad, relajación y entrega, cerramos los ojos y soltamos nuestras defensas, la música nos mece y somos sostenidas.

El reaprendizaje de las funciones originarias de la vida es tan simple como recordar (volver a pasar por el corazón) todo lo que sabíamos en nuestros primeros años, sabiduría inscrita en el cuerpo. Volver a jugar, a mirar, a dejarse sorprender, a atreverse, a imaginar, a inventar. Volver a tocar, a acariciar, a despertar los sentidos, a estar cómodas, a explorar, a aprender, a elegir, a sentir.


El reaprendizaje de las funciones originarias de la vida puede ser una danza, por ejemplo, cuando jugamos al espejo, una frente a otra, imitando nuestros movimientos, creando nuevas propuestas, mirando hacia afuera, hacia el otro y descubriendo que lo que vemos es lo mismo que lo que hacemos, dialogando a través del cuerpo.

La danza - dice Roger Garaudy - es un modo total de vivir el mundo, es la belleza y la grandeza del acto cuando el que danzano está separado de símismo, sino enteramente presente en lo que hace.

La danza puede ser una danza, y no es una obviedad, porque la idea de danza no es solo una hermosa coreografía que puede realizarse gracias a la técnica. Por ejemplo, cuando apreciamos el movimiento de una mano que dibuja un trazo en el aire al girar sobre sí misma, eso es danza; cuando una madre alimenta a su bebé, miles de movimientos se ponen en acción y si se observa, con mirada de artista, se descubre belleza.

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JazmínMirelman es parte del equipo de Entre Mamás
Es psicóloga perinatal y terapeuta psico-corporal
Experta en Biodanza  

Os ofrecemos biodanza para mamá y bebé (jueves a las 11) y biodanza para el embarazo (jueves a las 19). Si quieres inscribirte o probar una clase llámanos al 910133112 

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